El Plan Anticorrupción y el Programa de Transparencia y Ética Pública (PTEP) son instrumentos de gestión que las empresas de servicios públicos deben implementar para prevenir riesgos de corrupción, fortalecer la integridad institucional y garantizar el acceso a la información. El Plan Anticorrupción incluye acciones como la identificación de riesgos, la simplificación de trámites, la rendición de cuentas, la atención oportuna a peticiones ciudadanas y el cumplimiento de la Ley de Transparencia.

Por su parte, el PTEP promueve una cultura de ética y transparencia mediante la publicación proactiva de información relevante, la formación de servidores en valores y principios, la participación ciudadana en la vigilancia de la gestión y la evaluación periódica de los compromisos asumidos. Juntos, estos planes fortalecen la confianza de la comunidad, aseguran el cumplimiento normativo y mejoran la eficiencia y transparencia en la prestación de los servicios públicos.