Tenemos una oportunidad histórica para contarles a nuestros hijos cómo superamos la peor crisis contemporánea quedándonos en nuestras casas, pero más importante aún: podremos contarles los aprendizajes que nos dejó como personas y como sociedad.
¡Que el COVID-19 haga que en nuestros corazones siga creciendo la solidaridad!